El Blog de John Constantine

Impresiones de un bastardo profesional.

Tuesday, July 11, 2006

...Pero cada vez mejor
Y en contraposición a lo comentado en el anterior post, todavía tengo en la memoria, por ejemplo, el magnífico episodio de CSI "Brass en Hollywood", en la que los guionistas habituales de la serie nos cuentan, en apenas 45 minutos, un relato de la serie negra mas pura y con mayúsculas, aprovechando a uno de los personajes secundarios de la serie, el inspector Brass (Paul Guilfoyle), un magnífico actor de amplio currículum en el mundo del cine que , en sus episódicas apariciones en la serie, deja siempre patente su buen hacer y personalidad. Un episodio que, manteniendo las constantes temática y de ritmo de la serie, nos sumergía en los aspectos clásicos del "hard boiled": el detective fuera de su entorno, la corrupción política, los problemas personales que abruman al protagonista...
Es precisamente el apartado de los personajes secundarios el que más distingue a CSI Las Vegas de sus "sucursales". Así, indudablemente, CSI Miami es "el show de Horatio" y, con todos sus amaneramientos y tics, es innegable que David Caruso es el alma de la serie, estando los personajes de la parte de New York menos detallados en su conjunto.
Pero en CSI Las Vegas todos los personajes están admirablemente definidos, aunque sea por un mínimo detalle, que les hace reconocibles y humanos, al mismo tiempo: la ludopatía de Warrick, el pasado de Sarah, los problemas familiares de Willows, la ironía y distanciamiento de Brass, la simpatía y extroversión de Greg, la cojera del jefe de los forenses... Personalmente, Greg Sanders, el joven especialista en ADN reconvertido en investigador del CSI, es mi preferido junto con Brass, tal vez por la simpatía que inspira su inseguridad en su nuevo cometido. O tal vez porque toda su simpatía y extraversión dejan entrever, de vez en cuando, una personalidad mucho más sensible y compleja de lo aparente.
¿Y Grissom? Ha llegado un momento en que uno no sabe cómo juzgarle. Sin llegar a los extremos odiosos del Doctor House, sus reacciones ante los problemas de los demás son a veces tan científicas -y no producto de una coraza para impedir que le afecten- que desconciertan a sus seguidores más acérrimos. Y su incapacidad -o negativa- a cualquier tipo de relación sentimental es tan digna de estudio como de antipatía...o de lástima.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

¿Por qué nos entusiasma CSI? Tal vez sea ese esfuerzo 'científico' para el que tantos estamos privados. Esa escenografía del crimen y del horror que los expertos forenses aprecian con distancia... ¿Por qué le ponemos tantos reparos a Tarantino? Quizá sea su grandilocuencia, el saberse artista expresivo, nada menos. Quizá sea ese afán por epatar al burgués con salpicaduras de sangre, con cercos misteriosos, con violencia escénica. No sé, comparto los reparos de John Constantine. Lo que en mi memoria quedará no son Samuel L. Jackson ni Travolta ni Willis. Lo que en mi retina permanece es el mejor personaje inventado por Tarantino: el Señor Lobo, aquel que, interpretado por Harvey Keitel, arreglaba problemas. Lo confundo con el estanquero de Paul Auster. ¿Por qué no...?

Fdo.: Justo Serna

1:56 PM  
Blogger Ira said...

Reconozco que no sigo la serie, si, la he visto en varias ocasiones, pero me resulta incomprensible la fijacion que despierta en otras personas...

Tal vez sea que al no tener television estoy por fin "desenganchandome" pero es que no lo entiendo...

Por cierto, que si tuviera que elegir un personaje preferido, el mio sería Warrick. No se por que, la verdad, pero es el que mejor me cae...

2:19 AM  

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