El Blog de John Constantine

Impresiones de un bastardo profesional.

Tuesday, November 07, 2006

Corredor de fondo
El pasado domigo por la tarde llegué justo a tiempo de ver terminar "Oficial y Caballero". Película coyuntural donde las haya -como lo pudo ser, en su momento, "fiebre del sabado noche"-, una de las curiosidades que ofrece, más de 20 años después de su estreno, es la suerte dispar de su trío protagonista.

Así, tenemos que en el momento de su exhibición, parecía que tanto Louis Gosset Jr (ganador del Premio de la Academia por su trabajo como actor secundario) como Debra Winger, que por aquellos años causaba sensación merced a papeles como "La fuerza del cariño" ó "Gente corriente" , estaban destinados a un estrellato duradero y estable, siendo el futuro de Richard Gere, ejemplo por entonces del galán por antonomasia, mucho mas dudoso.

En la actualidad Gosset Jr lleva muchos años desterrado en el terreno del cine de serie B o incluso de los telefilmes. Aún mas sangrante es el caso de "Debra Winger", ganadora también del "Oscar" por "La fuerza del cariño" y una actriz que competía con la mejor Meryl Streep, cuando ésta contaba sus candidaturas por estatuillas. Sin que uno conozca la causa, después del fiasco que constituyó "Ilegalmente juntos", la actriz desapareció de la escena de Hollywood. Y aunque pudimos verla de nuevo ofreciendo una gran interpretación en "Tierras de penumbra", hace ya varios años que permanece sumida en el mayor de los anonimatos, cuando se trata de una actriz que , aparte de sus indiscutible talento, ofrece un físico no espectacular pero sí cautivador.


Más sorprendente es la longevidad de la carrera de Gere, sin duda. Es cierto que atravesó en los 80 una etapa de relativa oscuridad, pese a su aparición en cintas de calidad o cierto prestigio como "Cotton Club" o "El consul honorario", una olvidada adaptación de la novela homónima de Graham Greene.Pero, desde su reciclaje como apetecible maduro en "Pretty Woman" el actor no ha dejado de trabajar en el cine "mainstream". Si, es cierto que sigue sin ser un actor talentoso. Pero algunas de sus interpretaciones no chirrían en absoluto -recuerdo ahora mismo el"Infiel" de Adryan Lyne o "Análisis final", junto a Kim Bassinger y Uma Thurman- e incluso ha sido capaz de dar alguna que otra sorpresa a la crítica, como su esforzada interpretación en "Chicago", en la que demostraba unas dotes sorprendentes para la danza y el musical, tal vez adquiridas en su colaboración con Gregory Hines en la ya mencionada "Cotton Club". Y además, la nómina de directores con los que ha trabajado no es nada despreciable: Francis Ford Coppola, Paul Schrader, Robert Altman...

Gere, en suma, se ha reciclado en un actor versátil, válido tanto para un roto como un descosido, y que es capaz de alternar sin problemas géneros como la comedia, el suspense o el drama sin rechinar en exceso. Y tal vez sea ésta la clave de su incesante actividad: la aparición en multitud de cintas que, sin tratarse de obras maestras, sí ofrecen un acabado digno y sin fisuras. Ahí tenemos gran parte de su última filmografía: "Infiel", "Novia a la fuga", "La última profecía", "Las dos caras de la verdad"... Son películas que no han roto taquillas ni amasado grandes recaudaciones, pero que han conseguido registros más que dignos y que se contemplan sin esfuerzo o incluso cierto agrado. Muy diferentes de proyectos más arriesgados como alguno que interpretara en su juventud -la mítica "Cotton Club" es un buen ejemplo-, pero que no consiguieron en absoluto los resultados artísticos o comerciales deseados.

Lo que más me llama la atención, observando al joven Gere de hace 20 años, es la diferencia entre la calma que desprenden sus actuales interpretaciones y la altivez y energía que emanaban del joven actor en, por ejemplo, "American Gigoló". Gere era por entonces un actor que se esforzaba, tal vez demasiado, en demostrar que podía ser actor. El actor maduro que podemos contemplar ahora es un hombre consciente de sus limitaciones, que ha decidido aceptarlas como tales. Así, la tranquilidad con que aborda sus roles consigue que, salvo antipatías personales, se puedan contemplar sus papeles sin molestias. Y es más, el actor ha demostrado, como en la ya citada "Chicago", cierta capacidad de riesgo en sus elecciones, capacidad que coetáneos suyos como Harrison Ford parecen haber perdido por completo.

Es poco probable, pese a todo, que Gere repita el caso de Paul Newman, actor menospreciado en sus comienzos como mero icono sexual que ha terminado conviertiéndose en la leyenda del cine que todos conocemos. Pero no puede negársele el merito de haber sobrevivido ya tres décadas en un negocio como el de Hollywood, tan inmisericorde con aquellos que dejan de serle útil. El caso es que Gere continúa siendo útil al show business. Y no es algo que moleste a este blogero. Ni, por supuesto, a millones de mujeres en el mundo.


0 Comments:

Post a Comment

<< Home